No sé quién fue el ridículo o ridícula que inició la costumbre de decirle "abuelo" o "abuela" a toda persona mayor que se cruza en su camino.
Este forma de llamarnos, es muy común en colectiveros, taxistas, secretarias y enfermeras, y pienso que absolutamente despreciable.
Lo siento como un ataque a mi dignidad, muy similar al que siento cuando el empleado o empleada de un local me trata de tonta porque tengo el cabello cano y arrugas.
Este forma de llamarnos, es muy común en colectiveros, taxistas, secretarias y enfermeras, y pienso que absolutamente despreciable.
Lo siento como un ataque a mi dignidad, muy similar al que siento cuando el empleado o empleada de un local me trata de tonta porque tengo el cabello cano y arrugas.
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